sábado, 21 de enero de 2012

MAGMA


Es el tiempo que no pasa
Y pasa la vida
Ola que arrasa y uno no es uno, ni dos
Ni nada de lo que puede ser

A veces el aire la encuentra esbelta
Y puede bucear, abrir los ojos y dejarse peinar por esa fuerza
Que siempre quiso
Basta el instante en que tomo aire para entregarme a esas olas
Basta eso para sentir que se me acalambra el alma y logro pegarle al mar
Aunque me oxide, aunque me pudra
Te busco en el aire cómplice silencioso
Aunque esté por ser agua
Aunque esté a punto de volar
Aunque este a punto de volver

A veces sin querer todo queda en pausa
Todos se detuvieron y no me ven
Exhausta, quebrada, hundida
El mar que amo ni siquiera puede darme frío
Me acerco con todo lo que puedo
Soy tan invisible que puedo arruinarte la vida
Entonces me hiero para volver a la arena
Sonido ahogado.
Tu corazón se rompe también
La gente camina.

A veces queriendo
Doy vueltas con los ojos cerrados
Estando segura que estás haciendo lo mismo
Nuestros duelos verbales hacen pausas en el no tiempo del resto
Y logramos vértigo, histeria, un pentagrama, un dominó
Es peor ser infinitos que eternos

En la inoperancia de tales sentimientos repentinos
la orilla del riesgo es el lugar preferido
o recurrente, o barato, o esperanza, o costumbre, o duda, o vida

Sombra que huelo
Que al bailar, espío, y me sigue, aunque en cámara lenta
que me sigue
que al esconderse para tomar aire ya no veo
y el siguiente desamparo, aunque mi música sigue
nunca hay consignas, pero los renglones son demasiados
es peor ser infinito que todo lo demás

Sombra que oigo
Que no es
Porque al hablarme me atrapa, me arrastra
No soy yo, ni el mar, ni el frío
Puedo vivir o entretener al tiempo
Puedo vivir y entretener al tiempo
Es prematuro querer con los ojos cerrados

Desorden e inestabilidad
O tomar aire y disfrutar el mar

Y tantas, tantas cosas más

Yo soy la que le pongo pausa al mundo
Porque venís de algún lado y me atrapás primero
Sabía que no eras una sombra. Lo sabía.